Debido a las altas expectativas de los empleados y la variedad de oportunidades en el mercado, cada vez es más difícil tener un equipo de trabajo completamente motivado hacia los logros de la organización.
Hemos repetido constantemente que las personas necesitan sentirse valoradas, que sus esfuerzos sean reconocidos. Ahora podemos decir que la motivación es “el impulso que inicia, guía y mantiene el comportamiento hasta alcanzar una meta”. Por lo que en sí, la motivación laboral es la capacidad que tienen las empresas para mantener un estímulo positivo de sus empleados en relación a todas las actividades que realizan para llevar a cabo su trabajo.
Para conseguirlo es importante que los empleados sientan que los objetivos de la compañía se alinean con sus propias metas, de modo que al mismo tiempo están satisfaciendo sus propias expectativas.
Hoy en día existen muchas técnicas para promover la motivación laboral, siendo muy necesario tener en cuenta factores como la edad, idiosincrasia, nivel social, y cultural, identificando a la vez cuáles son más efectivas en cada individuo particular.
¿Cómo puedo detectar las motivaciones de mis trabajadores?
Virginia Arranz, líder técnico en Talent Analytics en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), asegura que la forma más sencilla requiere preguntarles directamente qué aspectos profesionales les resultan más interesantes, cuáles son sus preferencias. Y añade que la fórmula rápida cuando no es posible entrevistarse con todos ellos, consiste en aplicar una herramienta de evaluación que permita recoger estas predilecciones de manera fiable y precisa (digital por ejemplo). El hecho de conocer las motivaciones del empleado en sus puesto nos permitirá hallar qué condiciones son las más idóneas para su mejor adaptación al trabajo.
Sin embargo, debemos tener presente que a veces hay demasiadas cuestiones que influyen en la motivación de los trabajadores. Por ello es imprescindible que las organizaciones conozcan adecuadamente cuáles son los más significativos.
En este caso, el hecho de tener un perfil de motivaciones para varios tipos de empleados contribuye a entender con mayor precisión en qué condiciones dicha persona estará dispuesta a trabajar con ilusión, dedicación y esmero para obtener mejores resultados. Además, en relación con la evaluación interna, nos permite rediseñar equipos y gestionar o promociones, señala Arranz.
Lo que necesitas en el proceso
Para esto existen herramientas de evaluación; por ejemplo, una encuesta sencilla. Un caso en el que podemos basarnos es el del Instituto de Ingeniería del Conocimiento que ha desarrollado una prueba de evaluación, sobre intereses y preferencias hacia el trabajo, lo que facilita la toma de decisiones objetivas en diferentes procesos de Recursos Humanos, como selección, valoración, promoción interna o desarrollo.
Esta prueba esta diseñada por la IIC sobre los intereses y motivaciones hacia el trabajo explora el posicionamiento de la persona con respecto a motivadores de cuatro dimensiones de distinta naturaleza, las cuales son el ámbito personal, contexto, relaciones, y características del puesto.
Algunas de estas dimensiones se relacionan con distintos subfactores, como el higiénico que puede generar gran insatisfacción cuando no es apropiado. De este modo, todos los trabajadores pueden responder a factores de motivación intrínsecos relacionados directamente con su personalidad.
La evaluación de las motivaciones, intereses y preferencias en el trabajo son un complemento a la mediciones de variables más convencionales como la inteligencia, la personalidad o competencias transversales. Proporciona una visión completa de la persona, que permite explicar su idoneidad con respecto al desempeño de un determinado puesto.
Recuerda, evaluar y motivar a tus empleados más valiosos de forma individual puede abrir grandes oportunidades para lograr el éxito en tu compañía.
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