Las relaciones laborales no pueden reducirse a beneficios económicos o emocionales para mantener satisfecho al recurso humano. Por el contrario, la verdadera comunicación interna consiste en hacerle saber al talento que es pieza clave de la organización, que su trabajo vale, es importante y tiene un sentido; al mismo tiempo que percibe la calidad de la empresa para la cual trabaja, gracias entre otras cosas, a la retroalimentación. Por ello, el mensaje correcto por medio del canal correcto puede ser la diferencia para alcanzar el éxito.