Tener una cultura organizacional bien definida siempre será deber de cualquier empresa. Junto a esto, también será vital saber cómo, no solo comunicarla a los empleados actuales, sino también a los miembros de nuevo ingreso a fin de que se fomente desde el principio un mayor compromiso y sentido de pertenencia.
Como indica el sitio “Entrepreneur”, las expectativas de los empleados nuevos suelen ser bastante altas, por lo que será deber de la compañía darle una cálida bienvenida contando con un Programa de Inducción debidamente desarrollado, el cual les comunique todo lo que deben saber sobre su puesto de trabajo, responsabilidades, forma de trabajo de la compañía, los antecedentes de la misma. A estos rubros también deben añadirse temas como reglamento, lógica de operación, calidad media, jerarquía básica, etc.
Aunque es muy fácil alegar que la cultura empresarial se absorbe lentamente con el paso del tiempo dependiendo de su tipo (como los estableció el académico Jeffrey Sonnenfeld), un empleado nuevo puede caer en la frustración muy fácilmente si no existen canales de comunicación y retroalimentación adecuados que lo ayuden a conocer mejor su papel.
De modo que, a través de capacitaciones, manuales, correos, actividades y diversas herramientas, es vital para la empresa comunicar y definir constantemente su cultura o identidad para asegurar la permanencia de todos sus elementos.
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