Si ya llevas un tiempo siguiendo nuestras publicaciones, sabrás que nunca nos hemos callado sobre la importancia de las estrategias de comunicación para cumplir “x” o “y” objetivo, sin embargo, después de aplicarlas, ¿realmente sabemos qué tanto le sirvieron a la empresa? Cada uno de dichos esfuerzos requirió tiempo, dinero y trabajo, así que lo que menos deseas tú, tu equipo, y en especial los demás directivos es que todo haya sido en balde. Debemos estar siempre preparados para guardar los resultados y analizarlos de manera que conozcamos el éxito de nuestra campaña. Y si todo fue un fracaso, pues bueno, al final sabremos qué debemos mejorar.

Las formas de medir los resultados pueden ser extremadamente diversas, tan objetivas como llenar tu escritorio de reportes y gráficas, o tan subjetivas como acercarte a cada empleado personalmente y preguntarle directamente qué opina sobre tal o cual campaña. En esta ocasión, nos introduciremos a la primera vertiente de los métodos objetivos con dos maneras diferentes de saber qué tan certero fue tu último gran esfuerzo de comunicación.  

Establece puntos clave en tu estrategia y mantenlos siempre en mente

De acuerdo a la compañía Ving, especialista en plataformas digitales para comunicación empresarial, cada campaña requiere puntos clave que ayuden a revelar su estatus, de entre los cuales deben tomarse en cuenta aspectos básicos como el número de empleados que recibieron el mensaje, cuándo lo recibieron, qué información relevante absorbieron del mismo o cómo puede mejorarse el siguiente esfuerzo de comunicación. A estos podemos agregar número de participantes activos en llamados a la acción, cantidad de materiales visuales entregados (para medir alcance), frecuencia de la comunicación, cantidad de recursos utilizados, quejas surgidas si las hubo, etc. Todas estos conceptos no solo pueden medirse después de aplicada la estrategia, sino durante la misma, para saber con precisión qué está funcionando, qué necesita ajustes, y qué esfuerzos incluso conviene abandonar de inmediato para minimizar las pérdidas.  

Realiza estudios comparativos con otras empresas (benchmarking)

Las empresas más grandes suelen emitir comunicados y reportes abiertos al público sobre sus esfuerzos internos cada año, en ellos puedes analizar el tipo de campañas que realizaron con todos sus resultados obtenidos, para compararlo directamente con tu organización. ¿Fue mejor o peor? ¿Proporcionalmente parecido? ¿Qué aspectos tomaron en cuenta en su campaña que la tuya pasó por alto? Aprender de las compañías alrededor te ayudará a conocer mejor la tuya.  

“Es cierto que cada organización es única en sí misma y no hay solución ‘mágica’ para todas. Pero dicho eso, nunca es mala idea tener unas cuantas comparaciones para usar como punto de referencia”. Tim Eisenhauer, presidente de Axero Solutions.

  Una vez que tengas los resultados, no olvides compartirlos con toda la organización. Si el impacto fue positivo, felicita a todos por su interés y participación; si fueron negativos, preséntalos como prueba de que la compañía necesita mayor compromiso de su parte y por lo tanto se esperará más de ellos en futuras campañas. El punto de analizar o administrar siempre será sacar el máximo provecho de los esfuerzos de tu compañía, de modo que si no quieres desperdiciarlos asegúrate de tomar en cuenta estos consejos.