Una alianza estratégica es un acuerdo entre dos o más empresas que se unen para alcanzar ventajas competitivas que no lograrían por sí mismas, al menos en el corto plazo. Por tal motivo, cada vez existe un mayor número de colaboraciones entre diferentes sectores, por ejemplo los lucrativos y no lucrativos. Esto refleja la preocupación de las empresas en relacionarse en actividades sociales.

Una de las motivaciones para integrar estas actividades “filantrópicas” es que afecta de manera positiva la identidad corporativa, promoviendo indirectamente al éxito comercial de la misma, como menciona el experto en innovación social, Juan Algar.

Un claro ejemplo es el de American Express, la firma financiera que se asoció durante tres años con Share Our Strength, ONG que lucha contra la pobreza. Esta alianza consistió en una campaña contra el hambre, donde American Express donó a la organización tres centavos de dólar por cada transacción realizada en la temporada navideña. De esta manera se generó la exorbitante cantidad de 21 millones de dólares para la causa social, posicionando significativamente a la firma de American como una entidad preocupada por importantes problemáticas mundiales.

Por lo tanto, podemos corroborar que las organizaciones sin ánimos de lucro están encontrando nuevas formas de unir fuerzas con otras, al consolidar activos, compartir recursos y operar de forma más eficaz y eficiente, por un fin común.

Otro punto importante es que en durante las alianzas se crean  vínculos de conocimiento, base de un provechoso proceso de aprendizaje para nuestros colaboradores. Esto permite que se desarrollen y obtengan valiosas experiencias sobre planeación estratégica, trabajo en equipo, y gestión en las diferentes áreas, dependiendo de los profesionales con que se relacionen. Esto a su vez también da sentido de pertenencia al empleado que se percibe a sí mismo como el representante de una importante empresa, la tuya.

Los 4 aspectos clave de una alianza efectiva

• Planeación: Durante las negociaciones, debe aclarar los motivos de cada empresa para formar esta alianza, a fin de establecer un plan de acción adecuado.
• Voluntad: Si se desea que una alianza funcione, no solo deben estar comprometidos los socios principales y directivos, sino la fuerza de trabajo y representantes que ejecutarán el plan.
• Certidumbre: Debe presentarse de forma transparente la situación de cada empresa, con sus objetivos específicos y capacidades operativas, así como de personal.
• Seguridad: Debe quedar claro que la información compartida entre ambas instituciones (procesos, activos, etc.) se presenta de forma confidencial.

Del mismo modo, también podemos hablar de las fases de las alianzas estratégicas según la empresa compromiso empresarial, líder en innovación social. De acuerdo a la misma, existen investigaciones sobre alianzas reales entre organizaciones no lucrativas y empresas que muestran cómo dichas relaciones pueden evolucionar con el tiempo mediante tres etapas diferentes.

1. Fase caritativa o filantrópica: Es el escenario de colaboración más sencilla. La organización no lucrativa busca una donación de la empresa y esta se la proporciona. No se aplican recursos estratégicos (personal, información).
2. Fase transaccional: En esta relación hay más de dos formas de intercambio de valor, cada lado proporciona claros beneficios al otro. Dicha colaboración se centra en una actividad bien definida, y los recursos suelen ir más allá que solamente la donación de dinero.
3. Fase de integración: La colaboración evoluciona hacia una alianza estratégica sostenible, en el que ambas organizaciones combinan sus competencias básicas, las actividades conjuntas proliferan, y las relaciones institucionales y sus recursos se comparten, de manera que con el tiempo la relación se convierte en un entendimiento de confianza profunda y provechosa.

En resumen podemos decir que una alianza estratégica es recomendable, ya que obtenemos sinergia al combinar lo mejor de varias empresas y organizaciones, como operaciones más dinámicas y extensas, acceso a nuevos mercados, y hasta contacto más directo con los clientes gracias a la percepción pública positiva.